La cantera como vacuna contra la crisis económica que está provocando y que dejará tras de sí el Covid-19. Esa es la receta que le ha recomendado Javier Tebas a los clubes de LaLiga para sostener el gasto, incluido el Real Madrid. ¿Pero qué hay en La Fábrica blanca que pudiera dar un salto inmediato al primer equipo?

El Castilla no ha sido un elemento fiable esta temporada. La obra de Raúl ha quedado inacabada. Pero sí se pueden sacar conclusiones. En la portería y en la defensa no ha habido un futbolista superlativo esta campaña. Altube (20 años), el elegido por Zidane para ser el tercer portero, no ha destacado sobremanera en los 12 partidos que jugó con el filial: sólo en dos dejó su portería a cero. Belman (21), el otro inquilino de la portería, está lesionado. Si nos movemos, línea a línea, hacia adelante, apenas hay certezas. Sólo Fran García (20) en el lateral izquierdo ha sido realmente constante. El correcaminos de Bolaños de Calatrava ya debutó con el primer equipo y es un jugador de ida y vuelta de los que gustan en el Bernabéu. Pero su mala suerte es que tendría que entrar en la zona más competencia por metro cuadrado del club. Como 'tres' están Marcelo, Mendy, Achraf podría jugar ahí y Reguilón espera volver. Como central, una de las grandes apuestas es Mario Gila (19), al que acaban de renovar hasta 2024. Es internacional Sub-19, pero su experiencia se limita a 21 partidos en Segunda B. De la Fuente (21) ha vivido una temporada irregular y ya pegados a la otra banda, no ha habido dueño en la competición Guillem-Sergio López por el lateral derecho...

Lo más destacado del filial de Raúl llega en una posición muy concreta, la medular. La dupla cordobesa Antonio Blanco-Miguel Baeza. El primero, campeón de Europa con la Sub-19, es un mediocentro con hechuras y liderazgo. Quizá, junto a su paisano, el más destacado de esta generación castillista. Baeza (20), unos metros por delante, pone el gol. Era el pichichi del Castilla (nueve tantos) antes del parón. Ofertas tienen y probablemente si progresa en el tiempo la crisis económica en el fútbol, más interesados va a haber.

La sombra de las lesiones

La problemática de calibrar la preparación de las promesas blancas es compleja. Gelabert, Pedro, Rodrigo Rodrigues... varios de los futbolistas con mejor potencial han sufrido percances físicos de gravedad en los últimos meses. Gelabert está muy bien valorado en Valdebebas y tiene ofertas de fuera, pero dos lesiones (rodilla y clavícula) en las dos últimas temporadas les han convertido en una incógnita. Este curso, con el Castilla, sólo 13 apariciones. Muy poco para abirirse paso. Pedro era el punta titular del Castilla (cuatro dianas en 18 jornadas) y en verano había rechazado a Primeras, pero a él también le detuvo en seco su rodilla. Está recuperándose de una rotura de cruzado, menisco interno y externo. Rodrigues, brasileño de la factoría Calafat, está por su parte en pleno proceso de recuperar un menisco y su vuelta a los terrenos de juego es incierta. Será un 'fichaje' más, pero aún no está claro cuando. Incluso el argentino Feuillassier, otro que se movió en la órbita del primer equipo con debut incluido en 2017, se vio frenado por una rotura de cruzado.

El Juvenil está aún cociéndose...

En Valdebebas hay talento acercándose a los límites del primer equipo, también en el Juvenil A de Dani Poyatos. Ahí hay un cuarteto de jugadores con calibre, todos internacionales Sub-19: Miguel Gutiérrez (lateral izquierdo), Pablo Ramón (central), Xavi Sintes (mediocentro) e Iván Morante (mediocentro, recién fichado del Villarreal). Los cuatro entraron en la última lista de la Sub-19 y son la Generación Z del Madrid, pero ni siquiera han actuado con el Castilla. Ni un partido entre todos. El más cercano al primer equipo ha sido Gutiérrez. Zidane sí le conoce, porque le hizo jugar contra el Galatasaray en la Audi Cup del pasado verano, pero le pasa lo mismo que a Fran García. Ser lateral izquierdo del Madrid es carísimo.

Pueda promocionarlos al primer equipo ahora o no, el club sigue intentando encontrar joyas. Lo hace con la tranquilidad de que, si la puerta del primer equipo está cerrada, generarán igualmente beneficios en las cuentas de la entidad madridista. En la última década vendió canteranos por valor de 245M€, La Fábrica es una mina. De una manera u otra, Valdebebas siempre produce.