El Oporto ha remontado ante la AS Roma

El gol tardío de Adrián López en el Olímpico de Roma dio mucha vida a una eliminatoria sin un favorito claro, de la que saldrá seguramente el rival que se pedirían en el sorteo los otros siete equipos que accedan a cuartos de final. Ese 2-1 entre Oporto y AS Roma era el resultado que hoy nos permitía ver una eliminatoria abierta, un partido con todo por jugarse y en el que ambos entrenadores salieron con alineaciones un tanto conservadoras conscientes de que sería un partido largo en el que los errores penalizarían mucho, como se vio en el partido de ida. Los portugueses prescindían de Yacine Brahimi de inicio, mientras Eusebio Di Francesco apostaba por una defensa de tres centrales y dos carrileros, con la novedad de Steven N’Zonzi en el centro del campo.

Pero, pese a las lógicas cautelas de ambos técnicos con un marcador igualado, en la ida vimos tres goles y muchas ocasiones, lo que daba a entender que Do Dragao vería de nuevo las redes perforadas. Ambas en la primera parte, pues Tiquinho Soares era el encargado de abrir la lata para los locales y poner la eliminatoria a su favor, al culminar un pase de Moussa Marega, que previamente había aprovechado un clamoroso error de Kostas Manolas. Era ese tanto en el minuto 27 un premio al mejor dominio del cuadro luso en la primera media hora, haciendo valer su condición de local para tener mayor posesión y acumular las mejores ocasiones. Pero, como es costumbre en los equipos italianos, la AS Roma no se dejó llevar por la tendencia. Los de Eusebio Di Francesco tienen armas interesantes que saben usar, como por ejemplo Edin Dzeko que es capaz de generar peligro por sí mismo sin la necesidad de un equipo que juegue continuamente a su favor. Así, a base de impulsos y ataques a golpe de riñón, los transalpinos se encontraron apenas 10 minutos después de encajar el gol con un penalti a favor, que penalizó uno de los escasos errores de la zaga portugesa. Daniele De Rossi transformaba la pena máxima con una tranquilidad de veterano e igualaba el partido, poniendo de nuevo a su favor esta eliminatoria que seguía con las espadas en todo lo alto.

⚽27' GOLO! / GOAL! / ¡GOL!

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— FC Porto (@FCPorto)6 de marzo de 2019

Un duelo sin resolver

En casi todas las últimas ediciones de la Champions League hemos visto al menos una prórroga en todas las eliminatorias que se juegan. Parece algo complicado repetir resultado tras dos partidos pero es más habitual de lo que parece, lo que entre otras cosas habla bien de la igualdad que se suele ver en esta competición. Y más que nunca este curso donde nos vamos encontrando con sorpresas por doquier. Así que en cierto modo se veía venir que el Oporto marcaría el segundo y nos iríamos al tiempo extra, pues era una eliminatoria candidata a esa infartante media hora decisiva que no gusta a nadie pero que ninguno quiere regalar. Antes de desembocar en ese desenlace previsto, cabe destacar el gol de Moussa Marega, de auténtico goleador rematando de volea un buen centro al segundo palo.

.@ChampionsLeague | @FCPorto 2-1 @ASRomaEN | 53'

GOLO DE MAREGAAAAAAA! ESTÁDIO DO DRAGÃO EXPLODE DE ALEGRIA! #ForTheFans #ChampionsEleven pic.twitter.com/r21VkQfBzm

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A partir de aquí pasó poco en la segunda parte, con dos equipos tratando de no cometer ese error que les penalizara. Los portugueses, sabedores de jugar en casa y seguramente con más empuje y calidad, generaron muchas más oportunidades de un rival que tiró de oficio, y que apenas contó con dos ocasiones en todo el partido, contando el penalti. Los transalpinos fiaban todo a su solidez y experiencia de la temporada pasada en el torneo, y quizás el Oporto mereció más y no llegar a esa prórroga que no suele favorecer a los locales en eliminatorias de doble partido, como siempre dice Diego Simeone.

El Oporto insiste y el VAR echa un cable

Al equipo portugués lo veíamos más fresco, los cambios como Brahimi aportaban más presencia en ataque pero las prórrogas son una ruleta rusa y las carga el diablo. De hecho, tras unos primeros quince minutos de control, la cosa se desató en los segundos, donde ambos equipos gozaron de ocasiones importantes. Especialmente un Edin Dzeko que tras haber sido el mejor de los giallorossi cometió dos fallos seguramente impropios de un delantero de su calidad. Seguramente por agotamiento. De hecho ambas jugadas fueron prácticamente seguidas en los dos únicos acercamientos italianos en la prórroga.

⚽117' GOLO! / GOAL! / ¡GOL!

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Pero, cómo es el fútbol, justo en ese momento llegaría la jugada que desnivelaría la eliminatoria. Un penalti tan absurdo como interpretable de Florenzi, que el árbitro tuvo que ir a consultar al VAR, propició que el Oporto pudiera adelantarse, tras los lógicos minutos de tensión que añade el videoarbitraje en una prórroga, ya de por sí tensa. El que no se puso nervioso fue Álex Telles, quien transformó de manera impecable la pena máxima para colocar el 3-1 final y dejar a los portugueses en unos cuartos de final que no juega desde hace cuatro años. Los de Sergio Conceiçao consuman por tanto su triunfo, una remontada que han merecido por juego y que los deja en unos cuartos de final más atípicos sin duda de lo que esperábamos. En cuanto a la AS Roma, se consuma hoy una temporada nefasta, que seguramente acabará con la etapa de Eusebio Di Francesco en el banquillo antes o después.