Álvaro Morata regresa LaLiga en este mercado de invierno después de que el Atlético de Madrid haya conseguido cerrar su cesión procedente del Chelsea de cara a los próximos 18 meses.
Sin embargo, el delantero de 26 años no juega por primera vez con la camiseta del conjunto colchonero, un club donde el madrileño dio sus primeros pasos en el fútbol aunque su debut en la élite se acabaría produciendo varios años después en el eterno rival, el Real Madrid. Morata vivió una historia parecida a la de Raúl González, que comenzó en el Manzanares y se mudó a Chamartín.
Morata llegó a las categorías inferiores del Atlético cuando aún estaba en la edad de jugar en la escuela y en verano acudía a los campus para niños que organizaba Milinko Pantic de la mano de la Fundación del club colchonero del que su abuela era ferviente aficionado. De hecho, el ahora delantero del Chelsea llegó a ser recogepleotas en el Vicente Calderón, donde le pidió los guantes a Kameni en un partido contra el Espanyol.
El fin a este idilio llegó cuando tenía 15 años, cuando el estilo de juego del técnico José María Amorrortu le hizo abandonar el clun cuando era cadete y recalar en el Getafe, donde siguió su carrera durante la siguiente temporada y sólo un año después recaló para el juvenil del Real Madrid, donde llegó a ascender con el Real Madrid Castilla a Segunda División.
“Empecé mi carrera en el Atlético... hasta que ya dejé de disfrutar, no jugaba mucho y no tenía una buena relación con mis compañeros de equipo a excepción de Koke y otro chico. Le dije a Amorrortu que me quería marchar y él me dijo que era el primero que no quería jugar en el Atleti. Tenía estrés siendo un niño, y hasta juvenil, lo primordial es disfrutar. Pensaba que, si con 14 o 15 años no jugaba en el Atleti, a lo mejor no valía para esto”, relata sobre aquellos años.
En 2010, Morata debutó con el primer equipo del Real Madrid de la mano de José Mourinho, donde jugó hasta 2014 cuando se marchó durante dos temporadas a la Juventus, donde ganó dos veces la Serie A. En esos tiempos el Atlético de Madrid ya se interesó por su vuelta, ya que era un jugador muy del gusto de Gil Marín y Simeone para cubrir las vacantes en la delantera que dejaron primero Diego Costa y después Mandzukic.