Un aguacero en Glasgow inundó el césped de Hampden Park y el partido tuvo que pararse en el minuto 10, poco después de que McGregor adelantara a los locales. Tras un larguísimo suspense, el encuentro pudo reanudarse con otro gol de McTominay y Georgia, próximo rival de España en Tiflis, no pudo evitar el '12 de 12' de los líderes del Grupo A de clasificación para la Eurocopa 2024

Escocia camina con paso firme hacia la Eurocopa 2024. La intratable selección de Stephen Clarke cuenta sus partidos (4) por victorias, tras ganar este martes (2-0) con autoridad a Georgia en un encuentro que estuvo suspendido durante más de hora y media. Un aguacero en Glasgow inundó el césped de Hampden Park y el duelo tuvo que pararse en el minuto 10, poco después de que Callum McGregor adelantara a los locales. Tras un larguísimo suspense, el encuentro pudo reanudarse con otro gol de Scott McTominay y el combinado georgiano, próximo rival de la selección española en Tiflis (viernes 8 de septiembre), no pudo evitar el '12 de 12' de los líderes del Grupo A. Los escoceses aventajan en nueve puntos a la Roja, que lleva dos partidos menos por su participación en la Nations League que terminó conquistando ante Croacia.

El partido se inició con un terreno de juego totalmente encharcado, en el que la pelota apenas rodaba, y con una intensa presión de Escocia, que se adelantó muy pronto en el marcador (6'). Córner botado por McGinn, Dykes prolongó la jugada dentro del área y el balón le cayó a McGregor, que no perdonó con un fuerte derechazo que no pudo detener Giorgi Mamardashvili, guardameta del Valencia. Un tanto que fue chequeado por el VAR, pero que acabó subiendo al luminoso.

De inmediato, el colegiado de la contienda, el húngaro Istvan Vad, detuvo el encuentro al comprobar que el campo no era apto para la práctica del fútbol al estar completamente anegado por la lluvia que se dejó caer sobre el mítico estadio de Hampden Park, que registró un extraordinario ambiente pese a las inclemencias meteorológicas.

Un terreno convertido en una 'piscina'

Después de una charla del árbitro con los capitanes de Georgia (Kashia) y Escocia (Robertson), el partido quedó suspendido en el minuto 10, cuando ya había dejado de llover,  y los jugadores de ambos equipos se marcharon a los vestuarios, mientras un numeroso grupo de operarios, bajo una atronadora música para 'entretener' al público presente en el estadio, se afanaban con rodillos y cepillos en retirar la enorme cantidad de agua que había en un césped que no drenó lo suficiente.

El seleccionador escocés, Stephen Clarke, y el árbitro no dejaban de mirar al cielo de Glasgow, plagado de negros nubarrones, esperando que el terreno de juego mejorase su pésimo estado, aunque a primera vista no parecía que estuviese tan mal.

Más de media hora después, Istvan Vad y uno de sus asistentes inspeccionaron con detalle un campo todavía con mucha agua y que hacía que el balón botase con dificultad. Tras la inspección del terreno de juego, el colegiado volvió a los vestuarios, momento en el que el que la lluvia volvió a aparecer con fuerza.

Poco después, los jugadores de ambas selecciones regresaban al campo tras casi 50 minutos de tensa y larga espera para realizar un nuevo calentamiento bajo un chaparrón, mientras el trío arbitral correteaba también por el todavía encharcado césped, al que sometieron a todo tipo de pruebas para ver si estaba en unas mínimas condiciones para la disputa del partido.

Después de un hora y 37 minutos de suspense y aprovechando que la lluvia había dado tregua, el encuentro se reanudó en el minuto 10, con 1-0 a favor de Escocia, gracias al tempranero tanto de McGregor, centrocampista del Celtic de Glasgow.

Escocia, vertical y presionante

Con un terreno de juego lento y todavía escupiendo agua,  los locales no acusaron el obligado parón y volvieron a tomar la iniciativa con un fútbol vertical y presionante. El delantero Dykes rozó el 2-0 en el 15' con un remate de cabeza que se marchó muy cerca del portal del combinado georgiano.

La selección del francés Willy Sagnol salió muy fría y encogida, y prácticamente no dio señales en ataque ante la firme zaga escocesa, que sólo ha recibido un gol en esta fase de clasificación. Su gran figura, el extremo del Nápoles Kvaratskhelia, apenas se dejó ver. Al borde del descanso, una mano milagrosa de Mamardashvili evitó el tanto de McTominay.

Nada más iniciarse la segunda mitad (47'), el propio jugador del Manchester United, que no dejó de buscar la portería georgiana, no perdonó con un lanzamiento con la zurda desde el balcón del área que hizo inútil la estirada de Mamardashvili.  Escocia dejaba totalmente encarrilada una victoria en la que creyó de principio a fin.

Kvaratskhelia falla un penalti en el 94'

Georgia trató de despertar en el tramo final con dos remates muy peligrosos del delantero Mikautadze ante el meta Gunn, que hasta ese momento había vivido una noche sin sobresaltos. En el descuento, los visitantes se encontraron un penalti de VAR por mano del lateral Hickey que malogró Kvaratskhelia con un lanzamiento a las nubes. Así acabó un  'eterno' partido que empezó el martes 20 de junio, a las 20.45 h., y concluyó a las 00.21 h. del miércoles 21. Con pleno de victorias, la siguiente cita de Escocia será el próximo 8 de septiembre ante la colista Chipre en Nicosia.