El central del Atlético no estuvo acertado en los goles del Valencia, pero se repuso marcando el tanto del triunfo. Dosis de confianza tras un dubitativo inicio.

Mario Hermoso no ha vivido una primera mitad de temporada fácil. El madrileño fue uno de los grandes saltos de calidad del Atlético el curso pasado para la consecución del título de Liga y uno de los jugadores más favorecidos por el cambio de sistema a una línea de tres centrales, donde tenía la función de ser el encargado de sacar la pelota y romper líneas desde atrás perfilado a la izquierda.

Una formación en la que quedaba menos expuesto en el cuerpo a cuerpo que como pareja de centrales y sin sufrir tanto como cuando le encara el extremo rival en el uno contra uno como lateral. Sin embargo, las lesiones de Savic y Giménez que tanto han lastrado al equipo también han provocado unas modificaciones defensivas donde Hermoso y Felipe son los que han salido peor parados. Y contra el Valencia, ni la presencia de Giménez había servido como solución para frenar la sangría atrás. Hermoso erró dos veces y las dos fueron penalizadas por la puntería del Valencia, un mal que acompaña al equipo todo el curso, donde cada ocasión importante acaba en gol.

En el primero de ellos, Hermoso salió de sitio, fue a robar hasta campo rival y cometió uno de sus errores más frecuentes y que más le están penalizando. El jugador de 26 años intentó adelantarse al rival, perdiendo el duelo físico con Guedes y dejando al portugués de cara con muchísimos metros por delante. Este cedió a Musah, que definió a la perfección en una contra de libro, mientras Hermoso deseaba desde el suelo que la jugada no tuviese semejante finalización. Y en el segundo, el ‘22’ trató de despejar hacia arriba un balón que buscaba Giménez de cara y no pudo cortar el posterior envío de Lato que se coló entre los dos centrales para dejar a Hugo Duro mano a mano y haciendo el 0-2 antes del descanso.

Otra noche aciaga en defensa que podía hundir la moral de Hermoso, quizás el más señalado en la primera mitad… hasta que cambió de chip por completo en la segunda. Con la entrada de Felipe por João Félix, un cambio muy controvertido en aquel minuto 57, Hermoso pasó a jugar desplazado a la izquierda, zona donde el Atlético concentró sus ataques con un inspiradísimo Carrasco. Y el madrileño se adaptó a la perfección a la situación, comenzó a ganar duelos, a subir con consistencia la banda y a doblar al belga en cada acción de ataque. En una de ellas, se marchó hasta línea de fondo y puso el centro atrás medido para que Suárez rematase por arriba en una de esas acciones que no suele fallar.

El Atlético continuó insistiendo, cargando los ataques por el perfil y después del 1-2 de Cunha a la salida de un córner, un centro con el exterior de Carrasco se acabó convirtiendo en el empate de Correa llegando al tiempo de descuento. Hermoso era un jugador nuevo, lleno de confianza pese a sus errores de la primera mitad y unas últimas semanas desafortunadas y el Atlético se lanzó con todo a por la victoria. Así llegó el premio para el ‘22’, un gol del triunfo que provocó la euforia del Wanda Metropolitano y le supuso una recompensa a no rendirse y a levantarse cuanto más oscuras pintaban las cosas. Siguió atacando como todo un delantero, supo adaptarse a lo que necesitaba el equipo y de un disparo demasiado cruzado de Cunha apareció desde segunda línea para acabar con la mala racha y liberarse mentalmente.

Si todo va bien durante el parón internacional, donde Giménez se encuentra concentrado con Uruguay, Simeone podría recurrir en el Camp Nou a sus dos centrales más fiables, el comandante charrúa y un Savic completamente recuperado de sus molestias. Y faltaría por ver quien acompañaría y cerraría la retaguardia, con la opción de Simeone de recurrir a esa línea de tres centrales que tan bien ha funcionado y que no ha sabido perforar el Barcelona en los tres últimos partidos. Hermoso, Giménez y Savic formaron su centro de la zaga ideal del curso pasado y podrían repetir contra el Barcelona. Lo que es indudable es que el gol del triunfo contra el Valencia será un chute de moral muy necesario para un Hermoso que espera que sea el punto de inflexión para su temporada.