l holandés se ofrece en privado y en público: “¿A quién no le gustaría jugar allí?”, dijo

El punta que quiere Koeman ya pactó un acuerdo por cuatro años con el FC Barcelona

Memphis Depay (26 años), delantero del Olympique de Lyon, es el jugador que más gusta a Ronald Koeman, entrenador del FC Barcelona, para reforzar su ataque en el mercado de invierno. Un anhelo que el técnico holandés ya tenía en el pasado mercado de verano y que sigue manteniendo de cara al de invierno corregido y aumentado por la lesión de Ansu Fati, que le tendrá al menos cuatro meses de baja. Y aunque Depay no es un delantero centro nato y puro, y el Barça no tiene un punta de esas características, Koeman tiene claro que su preferido es el holandés. Ya lo dijo en la entrevista en MD: “Conmigo en la selección siempre jugó de ‘nueve’”. Además, juega a su favor que a nivel económico es un chollo: acaba contrato en 2021 y, por tanto, a 1 de julio ya puede anunciar libremente su fichaje por otro club sin riesgo a sanción alguna de la FIFA.

Sabedor de que tiene el apoyo del entrenador, hombre fuerte ahora en un momento de transición, Depay también está dispuesto a forzar la máquina para recalar en el Barça, si puede ser ya en el mercado de invierno. El miércoles, después del amistoso Países Bajos-España, en el que fue titular, atendió a los medios. Y cuando le preguntaron por el Barça, aunque con elegancia, se le entendió todo. “¿A quién no le gustaría jugar allí? Es uno de los mejores equipos del mundo. A todo el mundo le gustaría, pero no estoy pensando en eso”, apuntó Depay, que sigue sin renovar con el Olympique de Lyon y mantiene la puerta abierta para fichar por el Barça.

Cuando le insistieron sobre la posibilidad de recalar en el club azulgrana, se mostró más diplomático: “Sobre el Barça, no lo sé. El mercado de fichajes no está abierto. No tengo la cabeza en eso. Estoy tratando de dar lo mejor de mí, de hacer buenas actuaciones para convertirme en un mejor jugador. Hay mucha especulación al respecto”.

Su contrato estaría adaptado en el primer año a las circunstancias económicas del club

Pero la realidad es la que es. Y la cuestión es que el delantero holandés y el FC Barcelona ya tienen encauzado, que no firmado, un acuerdo por el que firmaría por la entidad azulgrana por los próximos cuatro años, a partir del 1 de julio de 2021, que podrían ser cuatro y medio si se avanzase su llegada a enero del año que viene, durante el mercado de invierno, como es voluntad de Koeman.

Está dispuesto a presionar a su club para ir al Camp Nou seis meses antes de acabar contrato

El internacional holandés también está de acuerdo con los rectores ejecutivos y deportivos del FC Barcelona en adaptar su ficha, en su primer año como jugador culé, a las especiales y delicadas circunstancias económicas en que ha quedado el club por culpa de la pandemia del coronavirus. Así, Depay está dispuesto a cobrar menos al principio de su relación con el Barça para poder facilitar su fichaje, dado que sabe que la entidad catalana necesita rebajar su masa salarial para poder inscribirle en LaLiga. De hecho, el pasado verano no pudo oficializar su contratación porque Ousmane Dembélé, cuya cesión quería el Manchester United, se negó a irse al club inglés, dejando sin liberar su parte de la masa salarial.

Un gesto necesario

Depay tiene claro que su fichaje por el Barça depende de muchos movimientos y que para desencallar la operación, le tocará realizar algún gesto más. El holandés está dispuesto a presionar a su club para ir al Camp Nou seis meses antes de acabar contrato. De momento, va realizando declaraciones puntuales en las que deja entrever esta posibilidad y su deseo. Sucede, sin embargo, que su presidente, Jean -Micheal Aulas, le está cerrando las puertas a la espera de que el Barça abone una parte considerable de los 30 millones de euros exigidos en verano. Una postura de fuerza que al Barça no le impresiona y más con un jugador que quedará libre en julio de 2021. Las circunstancias económicas son las que son y si hay que esperar, se esperará. A Depay es a quien se le está agotando la paciencia ante la empeño inmovilista de sus dirigentes. Quedan apenas mes y medio para que se abra el mercado inverna y el jugadir quiere estar cuanto antes en Barcelona.